Dentro del pueblo maya se destacaron excelentes artistas: arquitectos, escultores, pintores, ceramistas, etc., que alcanzaron a crear figuras bellamente proporcionadas y de armonía estética sobre estelas, dinteles y en los frisos que decoran paredes y templos. Tales esculturas en piedra representan los sacrificios humanos, ceremonias sangrientas y otros ritos de purificación, mientras que otras muestran a ricos gobernantes con espléndidos peinados, dioses, figuras geométricas, aves y animales.
Este grabado maya muestra un Dios, de aspecto feroz, abrazando al sol. Contiene todos los elementos de un Disco Alado cuya identidad es evidentemente no solar en su origen. Lo que resulta particularmente sorprendente y maravilloso, es el collar de 7 órbitas que cuelga de la cabeza de la divinidad maya.